jueves, febrero 07, 2008

Realidad de la crisis energética: algunos consejos comunicacionales
Sigue llamándome la atención cómo se modifica la presentación de la realidad con una simple -aunque no lo es tanto- modificación léxica. Lo voy a analizar en virtud de la crisis energética:
1) Nos señalan que habrá una reducción de voltaje a los ciudadanos... ¡pero que eso no es racionamiento! En realidad, lo es. No estaremos recibiendo la misma cantidad de energía que antes, y eso es racionar.
2) Nos dicen que se hará una segunda campaña comunicacional de ahorro de energía... ¿cuándo fue la primera? Digo, una "campaña", propiamente tal, como Dios manda. ¿Se estarán refiriendo al fiasco del Supermán energético creado por la Comisión Nacional de Energía en 2002-2003? En esa campaña se gastaron varios cientos de millones de pesos en avisos radiales, de prensa escrita y de televisión, dirigida a los niños, quienes no pagan la energía y cuyo rol de influenciadores en la casa es discutible.
Pero por más que haya un trastocamiento léxico, la realidad no puede ser cambiada. Algunos datos de ella:
- Dos tercios del consumo de energía corresponde a la industria. No hay medidas dirigidas a ellos.
- La sequía venía al menos desde el año pasado, sumado a la escasez de gas desde Argentina. No es algo nuevo.
- Aclaremos los roles: La planificación energética corresponde al gobierno, no a los ciudadanos. De modo que no me compro el argumento de que es un "problema país".
- El gobierno viene predicando desde hace al menos 10 años sobre la reconversión y el ahorro energético de las dependencias estatales. No se ha llevado a cabo y el Estado no se fiscaliza a sí mismo.
Pero como estamos en crisis, puedo dar un conjunto de sugerencias comunicacionales a quienes manejen la campaña:
1) Si va a entregar un mensaje de ahorro de energía, asegúrese de que haya un incentivo al aludido. De lo contrario, no habrá cambio alguno de conducta y estará perdiendo la plata. O sea, asegúrese al menos que si uno va a consumir menos, también va a pagar menos. Fíjese que en el último año he reducido el consumo de mi hogar, pero la cuenta ha aumentado (por el aumento del petróleo, del dólar, de los precios de nudo, etc.). Si la gente no ve una reducción de la carga en sus bolsillos, no esperen que deje de consumir significativamente. Esto ya pasó el 99.
2) Haga intervención social: no se quede en la campaña televisiva. No se logran cambios de conducta con eso. Esto también pasó el 99.
3) No busque -ni pague- por rostros reconocibles (como Iván Zamorano). Dé la cara como gobierno, no se esconda en otros. Eso es valorado.

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