jueves, abril 17, 2008

Curepto: el efectismo político por encima de la comunicación

El caso de reciente del Hospital de Curepto, cuya inaguración implicó toda una puesta en escena dramática, y un montaje rápidamente desmontado tras terminar la presentación, es una muestra patente de ineficiencia en la asesoría comunicacional.
Sea porque no se asesoró o, probablemente, porque los intereses políticos orientados a mostrar hechos para los medios de comunicación y no para el público objetivo, se generó un engaño que afecta las relaciones de confianza forjadas a través de anteriores procesos comunicacionales.
Analicemos:
1) Se malentendió quién era el público. La actividad se planificó para los medios, y nunca se consideró que el público objetivo era la ciudadanía del Curepto. A ellos se les estaba haciendo una promesa, de modo que lógicamente esperaban verla cumplida.
2) No se analizó el entorno de comunicación. Probablemente se minimizó la reacción de los vecinos y de las autoridades.
3) No se planificó con acciones en un plazo determinado, sino simplemente se armó una obra de teatro, materializando de manera pueril la acción dramática descrita por Habermas en la Teoría de la Acción Comunicativa. No se puede planificar un proceso comunicacional sin acompañarlo de acciones que sustenten el mensaje en el tiempo, menos aun cuando se compromete la imagen de la Presidenta de la República. Los asesores de la avanzada presidencial pueden ser buenos productores de eventos, pero claramente no son comunicadores.
4) La reacción presidencial es de acompañar el sentimiento de engaño de la ciudadanía. Es coherente, pues se pone de parte de los ciudadanos. Despidió a los representantes más notorios en la Séptima Región, pero ¿va a despedir a los asesores de su avanzada?
Lo ocurrido en Curepto es una muestra de lo que ocurre cuando no se planifica de una manera comunicacionalmente adecuada y efectiva.

No hay comentarios.: