Más allá del problema de vocerías que se generó por el anuncio de los aportes gubernamentales a las familias damnificadas por el volcán Chaitén, hay un tema que tiene componente lingüístico y que, me imagino, podría traer muchos coletazos político-comunicacionales.
Se trata de la definición del aporte a las familias damnificadas. Después de más de un año de debate de la Comisión Presidencial dedicada a debatir el tema de la equidad y el salario digno, el gobierno definió en menos de un día cuál es el ingreso familiar mínimo: $ 550.000.-
Lo definieron por costo de arriendo, de cuentas básicas, de cargas familiares. Parece que no era tan complejo.
La definición se establece como un nuevo significado de lo que es necesario y nos plantea nuevos significados de la pobreza. Ahora, cualquier familia que tenga un ingreso menor a los $ 550.000 podría manifestarse "pobre".
¿No implicaría, acaso, un cambio en las consideraciones de subsidios sociales?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Creo que este tema da para pensar en la hipocresia de la politica de ahora...
y el salario minimo es de cuanto? $150.000 aprox.
Entonces quiere decir que la politica "de nosotros" es una verdadera falsedad.
eso seria!
Publicar un comentario