lunes, enero 11, 2010

Avatar: una nueva Danza con Lobos

Domingo, a las 10 y media de la mañana. Nunca había visto una sala de cine llena ese día a esa hora. Me había programado, como en un montón de ocasiones anteriores, para ver una película “Todo Espectador” y me encontré con un gentío enorme, sin importar que era en 3D y, por lo tanto, el doble de caro que una entrada tradicional. ¿La película? Avatar.
James Cameron una vez más sorprende con efectos extraordinarios, y en tres dimensiones (con lentes que ya no son de cartón) se ve mucho mejor, como si uno estuviera dentro de la película. Bien por ahí.
El argumento, sin embargo, nada del otro mundo. Una historia de amor entre dos personajes de “bandas” rivales. Romeo y Julieta. Visto como los “civilizados” versus los “salvajes”, con un jovencito que era internado en el territorio hostil, me pareció una copia de Danza con Lobos, con un toque de Pocahontas.
Pero esas son aproximaciones. En realidad es casi exactamente igual a una película animada de principios de los 90 llamada Ferngully: El último bosque lluvioso. Es una película australiana salida de los estudios de 20th Century Fox, y entre las voces destacadas estaba Robin William y Christian Slater. El argumento consabido: una “tribu” (de hadas) con costumbres ancestrales y ligados a su ecosistema enfrenta el ataque artero de los humanos. Un joven humano que reduce su tamaño llega para tomar conciencia y, posteriormente, ayudarles, enamorándose de la joven hada-líder. Algo como Tarzán, la versión Disney.

1 comentario:

Errejota dijo...

Tanta vuelta para decir que lo único que salva a Avatar son los efectos.
La peli por guión es regular a mala, por efectos merece un Oscar.
Como todo en la vida, me pregunto entonces ahora. ¿Por qué mereceré el Oscar y en que seré un mediocre?