martes, marzo 30, 2010

Infinitas gracias

Este mes de marzo ha sido literalmente bipolar. Hemos vivido una tragedia, profunda, una bomba atómica, que dejará una huella familiar imborrable. Y en mí, eterna y dolorosa. Pero, al mismo tiempo, he sido testigo del nacimiento de una nueva vida, Benjamín, que se aferró a este mundo con sus garritas diminutas y respiró y comió... y ahora está en casa, con nosotros.
También he asistido al crecimiento espiritual de mis hijos Gabriela y Samuel, que están en pie, y viviendo la vida a pesar del dolor. Los amo tanto.
Y he sido testigo del cariño de mucha gente, hacia Doris, hacia nos niños e inesperadamente hacia mí. Agradeceré siempre lo que han hecho y siguen haciendo por mí y mis pequeños. A los que dieron sangre, a los que han juntado ropita sin siquiera pedírselos, a los que me han avergonzado -positivamente- con ayuda económica. Lo que han hecho, junto a lo que ha ocurrido este mes de marzo, ha cambiado completamente mi visión del mundo.
Gracias a todos, infinitas gracias

No hay comentarios.: